Pervertido del tren 7 sigue libre

- 05/11/2006
Otros Titulares
Nueva York — El hombre que ha estado exhibiéndose en el tren 7 que viaja desde el centro de Manhattan a Queens sigue haciendo de las suyas sin que la policía lo atrape.
Una pasajera en Queens tomó fotos del hombre con la cámara del teléfono celular el pasado viernes 5 de mayo, momentos después que se exhibiera ante ella. La mujer viajaba en el mismo tren 7, alrededor de las 9:45 p.m.
La víctima, de 22 años, iba con su mamá y tomó la foto en un momento que el hombre dejó al descubierto su cara, que se trataba de cubrir con una revista cómica de Archie. El hombre salió en la estación de Junction Blvd. y la mujer llevó las fotos a una estación de la policía cercana, según el informe oficial.
Las autoridades creen que se trata del mismo sujeto que se exhibió frente a la joven de 15 años el pasado 3 de marzo.

Nueva YorkGolpe a narcos en Red Hook " La banda, que recibía ganancias de 12 millones al año, había convertido el complejo de vivienda en un “bazar de drogas”"
— La policía anunció ayer el arresto de 153 miembros de una banda de narcotraficantes, que manejaban su negocio en un complejo de viviendas públicas compuesto por 33 edificios en Red Hook, Brooklyn.
La banda, que recibía ganancias de 12 millones de dólares al año, había convertido el complejo de vivienda en un “bazar de drogas”, según Raymond Kelly, Comisionado del Departamento de Policía.
Durante la operación llamada ‘Off the Hook’, que duró 18 meses, especialistas de la unidad de narcóticos investigó los proyectos que habían sido subdivididos en 19 sectores, donde cada sección era dirigida por un individuo.
Cada sector había sido nombrado con apodos por cada individuo. The avenue, Baby avenue, 31st, The Mills, Henry Street, The front, Front circle, Back circle, Chavis block, Payton Place, 81 St, Paradise, Slytown, The L, Flag Pole, Poor Block, Welfare Island, The back of building.
“Ellos permanecían dentro de sus límites para evitar peleas y llamar la atención de la policía. Su lema era ‘no peleas, no policía’”, dijo Kelly durante una conferencia de prensa.
A pesar de su esfuerzo por mantener alejada a la policía, en el lugar se registraron ocho balaceras relacionadas con drogas y dos apuñalados en los proyectos Red Hook Houses, el año pasado, según el informe oficial.
En el comienzo de la investigación se realizaron 41 arrestos; después el 28 de abril, un grupo de 450 agentes de la policía realizó 39 allanamientos en apartamentos del complejo donde procesaban las drogas, pero en su mayoría eran vendidas día y noche en las calles de los alrededores, según Kelly.
Durante la desmantelización, las autoridades recobraron 11 armas, media libra de cocaína, dos armas eléctricas, dos chalecos antibalas, un radio de la policía, y alrededor de 30,000 dólares en efectivo.
“Este fue el operativo más grande de esta clase en la historia”, dijo el comisionado. Mientras que los arrestos en este caso señalan una gran infiltración de los narcotraficantes en el complejo de vivienda pública, el hecho es que miles de personas que siguen la ley vivían en el lugar”. Las autoridades, que se encuentran en el proceso de arrestar a otros 52 miembros de la banda, habían recibido un total de 163 querellas de la comunidad de Red Hook.
Halla a novio descuartizado y en bolsas plásticas
Nueva York —"La policía sospecha que González golpeó con un martillo a la víctima y empezó a cortar su cuerpo en pedazos con una sierra"
Una mujer hispana encontró ayer la parte posterior del cuerpo de su novio dentro de una bolsa plástica negra de basura.
El macabro hallazgo ocurrió alrededor de las 5 a.m., frente al edificio localizado en el 923 de la calle Kelly, en la sección de Longwood en El Bronx, según Raymond Kelly, Comisionado de Policía.
Aparentemente, alrededor de las 11:30 p.m. del martes, después de haber estado bebiendo, se inició una discusión entre Wilfredo Pinto, de 36 años, y Víctor González; en la cual González lo amenazó con matarlo, según Kelly.
Las tres personas, todas de origen puertorriqueño eran: Pinto, conocido como “Freddy”; la novia, identificada por los vecinos como “Sandra”, de 35 años; y González, conocido como “Cano”, vivían en el mismo apartamento del tercer piso del edificio.
La mujer, quien está siendo interrogada por agentes del cuartel 41, llamó al 911 para reportar el hallazgo y al llegar les señaló a la policía la bolsa que contenía el torso de la víctima.
Siguiendo el rastro de la sangre que dirigía hasta el apartamento en el tercer piso del inmueble, los agentes encontraron a González, quien también está siendo interrogado, pero no lo han identificado como el principal sospechoso.
Según el comisionado, durante la investigación preliminar se ha determinado que entre las 11:30 p.m., y las 5 a.m. González golpeó con un martillo a la víctima y empezó a cortar su cuerpo en pedazos con una sierra y por lo menos tres cuchillos.
Además agregó que el sospechoso después dividió las partes del cuerpo en cinco bolsas plásticas y puso una frente al edificio, las otras las distribuyó en el vecindario, a una cuadra de distancia cada una, según Kelly.
Durante la investigación la policía encontró otras dos bolsas plásticas frente a 900 de la avenida Interval, una contenía las partes inferiores de las piernas y un brazo, la otra había ropa ensangrentada; la cabeza fue encontrada en un callejón cerca del 889 de la calle Dawson; entre la calle Tiffany y la avenida Westchester se encontró el otro brazo y la parte posterior de una pierna; en la ultima bolsa se encontró en la calle Tiffany y Bruckner Blvd., donde estaba la otra parte posterior de la pierna.
La policía, quien cree que todas las partes pertenecen a la misma persona, está en el proceso de recobrar las armas utilizadas para el crimen.
La revuelta de los celulares
Nueva York —"“Después del 9/11 no es seguro andar sin un celular...” — Dijo Penélope Hernández, estudiante de 16 años"
Armados con sus celulares en mano, hoy estudiantes y padres llegarán hasta la alcaldía para exigir cambios en la política escolar que prohibe el uso de teléfonos en los planteles de la ciudad.
Los estudiantes de las escuelas públicas no se dan por vencidos ante la regulación vigente desde 1987 que no permite la operación de aparatos electrónicos en las aulas.
Ahora los padres y grupos que abogan por ellos, se unieron a la queja y hoy demostrarán su oposición a la confiscación de los teléfonos móviles en las escuelas exigiendo un cambio en las regulaciones por motivo de seguridad.
“El problema es que la regulación de los teléfonos celulares tiene que ser enmendada”, dijo Michael Propper, presidente del concejo de educación del distrito 2, quienes organizaron la convocatoria de hoy que es primera en su clase.
Propper explicó que el grupo busca cambiar la regulación, pero que entiende que los teléfonos celulares no deben de ser utilizados en las aulas y que los estudiantes que así lo hagan deben de ser penalizados.
Pero, por razones de seguridad después del 9/11 y en una ciudad como Nueva York donde los estudiantes viajan largas distancias de la escuela a la casa, los teléfonos celulares son necesarios y según Propper, esa ha sido la mayor queja de los padres en los últimos meses.
El director del concejo de educación del distrito 2 dijo que la instalación de escáners en las entradas de las escuelas limitará a los estudiantes que traen los teléfonos a clase, pero no los sacan de sus bolsos ni los usan.
La regulación ha sido pasada por alto y ahora con los escáners los estudiantes no podrán esconderlos en sus bolsos, apuntó Propper.
“Tenemos nuestros teléfonos por seguridad y por eso es que nuestros padres nos los compraron”, dijo el estudiante de décimo grado, Safo Gyamfi.
Gyamfi, que estudia en una secundaria del Bajo Manhattan, fue asaltado en el metro hace unos meses cuando iba de regreso a casa de la escuela.
“Cuando salí del tren no podía llamar a mi casa porque no tenía el teléfono conmigo ya que la escuela lo prohibía”, dijo el estudiante de 15 años.
Sus compañeros comparten su opinión que el uso de los teléfonos celulares en las aulas no es adecuado y quien lo haga debe de ser penalizado, pero para los que los mantienen en sus mochilas y no los usan en clase ellos dicen que “no es justo” que los tengan que dejar en casa.
“Nos dicen que si tenemos una emergencia o por seguridad debemos de usar los teléfonos públicos, pero muchas veces no funcionan o no los hay”, comentó la estudiante Shirley Cruz de 17 años.
A la vez, Penélope Hernández de 16 años, indicó que con la instalación de escáners no podrá llevar su teléfono consigo.
“Después del 9/11 no es seguro andar sin un celular. Si los tenemos con nosotros (celulares) están apagados hasta que salimos de clase”, dijo Hernández.
El alcalde Michael Bloomberg reiteró el lunes que los celulares están prohibidos en las escuelas donde los estudiantes van a recibir una educación. Y la norma impide que las clases sean interrumpidas con llamadas telefónicas y demás.
Además el ejecutivo aclaró que el trabajo de los maestros es educar no disciplinar a los estudiantes.
Por su parte el Departamento de Educación indicó simpatizar con la preocupación de los padres, “pero nuestra experiencia es que si los teléfonos celulares son permitidos en las escuelas, estos serán utilizados. Y cuando lo son,..inevitablemente interrumpen el ambiente de aprendizaje de la escuela”, dijo Alicia Maxey, portavoz del departamento.
El martes la defensora del pueblo, Betsy Gotbaum le envió una carta al canciller de educación, Joel Klein, pidiendo que reconsiderara el uso de los celulares por razones de seguridad.
La convocatoria de los estudiantes en se llevará a cabo a las 4:30 p.m.